La pintura acrílica es una técnica pictórica de base acuosa que se distingue por su rápido secado, su resistencia y la viveza de sus colores. Su versatilidad permite trabajar desde capas muy transparentes, similares a la acuarela, hasta superficies densas y opacas, comparables al óleo, lo que la convierte en un recurso ideal tanto para la experimentación como para la aplicación técnica dentro del dibujo. En el ámbito académico, el uso de la pintura acrílica favorece la comprensión de los principios del color, la composición y la relación entre luz y forma, al permitir observar con claridad los efectos del tono, la saturación y el contraste.
En este ejercicio, el estudiante debe realizar un estudio de apreciación en el dibujo centrado en el uso de un solo color y su desaturación progresiva en planos cromáticos, utilizando la pintura acrílica como medio principal. A través de este proceso, se busca fortalecer la percepción visual, el control técnico y la capacidad para generar variaciones tonales a partir de una gama limitada, logrando así un resultado equilibrado que resalte el valor expresivo y estructural del color dentro de la composición.


